La simplicidad es la clave de la brillantez. (Bruce Lee)
¿Te dispones a lanzar una nueva web? ¿Confías en que tu producto tenga éxito en Internet? Entonces te encontrarás con la pregunta que a menudo quita el sueño a cualquier emprendedor: la decisión de cómo llamar a su dominio principal, también llamado “tld” (en inglés: top level domain).
Elegir el nombre del dominio para una web requiere de cierta dosis de creatividad e ingenio, pero también de algo de técnica y visión empresarial. El dominio es un elemento más a la hora de construir una marca o un proyecto web, que conviene madurar antes de lanzarse a la aventura. Unas veces por inexperiencia, otra veces por el deslumbramiento de las propias ideas, hay una serie de trampas en las que solemos caer al seleccionar dominio. En este decálogo voy a mencionar los más usuales:
Decálogo de errores más comunes a la hora de elegir dominio
- Intentar expresar demasiadas ideas a la vez. Cuanto más corta sea la dirección de una página web, más fácil será que nuestros clientes la recuerden y la busquen. Si pensamos en las marcas más exitosas de nuestros tiempos, la mayoría de ellas poseen dominios cortos, de máximo 8 letras y 3 sílabas, como pueden ser Ikea, Netflix, Apple o Amazon. Nuestro dominio es equiparable a una nuestra tarjeta de visita: define nuestro producto y la visión que tenemos dentro de nuestro negocio. Si un cliente nos pide nuestra dirección de correo electrónico, un dominio demasiado largo puede llegar a ser un obstáculo para la comunicación, como por ejemplo:[
info@mitiendaeslamasguaydelmundo.com
- Comprar un dominio cuya versión .com no está libre. Es habitual enamorarse de un nombre o una idea e intentar adquirir una dirección web que la incluya a toda costa. Sin embargo, nuestros oídos se han acostumbrado a escuchar el www.paginaweb.com y por ello, nuestros clientes tenderán a buscar nuestro dominio en este formato.Hoy en día encontramos una gran variedad de extensiones para dominios, como:
- .org y .edu, para el sector de la educación y ONGs
- .net, originalmente pensado para el sector tecnológico, pero hoy se usa como sustituto del .com
- dominios geográficos: .com para España, .fr para Francia y .eu para Europa
- dominios para ciudades: sólo unas pocas ciudades en el mundo tienen el privilegio de tener su dominio propio, como Londres (.london), Berlin (.berlin), Barcelona (.bcn), Madrid (.madrid). Cada cierto número de años, la ICANN abre el plazo de solicitudes para admitir nuevas ciudades. Más información aquí: https://en.wikipedia.org/wiki/GeoTLD
- dominios específicos de un sector: .legal, .casa, .auto, .blog.Por lo general, en La Biznaga Digital recomendamos adquirir siempre la versión .com junto con las versiones geográficas de los países en los que queremos posicionar nuestra marca.
- Obviar el factor emocional. En algunos sectores, como el turismo, la moda y la automoción, el impacto emocional es clave para conectar con el consumidor. Asociar emociones y valores con nuestra marca es una parte fundamental del proceso de branding y favorece el recuerdo. Del mismo modo, un dominio que apela a la emoción tiene más probabilidad de tener éxito. Además, es importante que sea fácil de leer y pronunciar, puesto que lo repetiremos muy a menudo. De hecho, según la empresa especializada en SEO Searchmetrics, la frecuencia con la que se busca un dominio es desde hace tiempo un factor de peso en el posicionamiento online.
- Carecer de intención comercial. A semejanza de la marca, el dominio debería describir nuestro modelo de negocio de manera clara y concisa, centrándose en lo esencial y reflejando el valor diferencial de la empresa.
- No compararse con la competencia ¿Cómo olvidar aquel proyecto para un abogado que se apellidaba igual que su competidor y que además tenía su oficina en el mismo barrio? Para colmo, sus dominios guardaban gran similitud, pero su competidor era el que copaba la primera posición de Google. En un mundo digitalizado, la elección del dominio debe considerarse como parte de la estrategia comercial y del marketing de cualquier empresa. Y esto implica diferenciarse claramente de los competidores, para evitar caer en la insignificancia. Asimismo, debemos asegurarnos de no incurrir en marcas y denominaciones protegidas.
- Para negocios locales: olvidar emplear el nombre de tu ciudad. Si nuestros servicios sólo se van a ofrecer en una ciudad o una región específica, incluirlo en la dirección de nuestra web nos ayudará a lograr mayor visibilidad y mejores posiciones.
- Adquirir dominios que incluyen guiones. Si buscamos un dominio y descubrimos que no está libre, quizás estemos tentados de adquirir el mismo insertando guiones entre palabras. Por ejemplo:
mi-dominio-querido.com
Esto no es aconsejable, puesto que Google tiende a ver en estos dominios una intención manipulativa.
- Olvidar comprar las 2 versiones de un mismo dominio. El clásico error de principiante. A la hora de comprar un dominio, es importante adquirir la versión con y sin “www.” e incluir ambos en nuestra cuenta de Analytics. En la práctica, esto significa comprar 2 dominios distintos.
- No contar con la opinión de otras personas. Para comprobar la efectividad de una idea, nada mejor que ponerla a prueba contrastándola con otras personas. Podemos preguntar a nuestro interlocutor qué le sugiere el nombre que hemos elegido o incluso ganar nuevas ideas.
- Gastar 2.000 euros en conseguir el nombre que queremos. A veces, hay que saber perder. Las plataformas de venta de dominios han desarrollado sistemas para saber qué nombres funcionan mejor y, al detectarlos, suelen subir su precio de compra. Sin embargo, dejarse buena parte del presupuesto para un proyecto en el dominio es verdadero un desperdicio, máxime cuando podemos encontrar otro por menos de 1 euro.
Si necesitas de consejo para elegir el dominio de una web y crear una estrategia digital, en La Biznaga Digital contamos con un equipo de amplia experiencia, para cubrir los ámbitos más diversos dentro del marketing digital.
